Doble discurso y verdades a medias

El conflicto que el gobierno nacional desató con el campo ha captado la atención de todos los argentinos, incluso de aquellos que jamás han pisado suelo campestre ni saben de vacas ni vieron vez alguna una planta de soja como muchos de nuestros representantes en el Congreso Nacional. Esos representantes que fueron programados para hablar de rentas extraordinarias y no de sacrificios, aportes, riegos y trabajo “extraordinario” para el desarrollo de la nación.

Bajo los burdos y equivocados argumentos de beneficiar a los pequeños y medianos productores, estamos convencidos de que lo único que se intenta disimular es un millonario negocio en beneficio de los amigos del poder y la notoria voracidad fiscal de los Kirchner, sin evaluar las desfavorables consecuencias que de estas medidas devienen en materia económica, productiva y social en el caso de persistir sin que ningún iluminado funcionario nacional haga caso a los que saben de verdad sobre estas cuestiones: los chacareros del campo argentino.

En Las Colonias -punto estratégico de la producción agrícola de la provincia y del país- cada vez nos sorprendemos más al ver a los aprendices del doble discurso de sus padrinos dentro del Frente para la Victoria como Obeid y los hermanos Rossi. El senador Rubén Pirola, flanqueado por otros dirigentes justicialistas del departamento, parece burlarse de los productores mientras le dice verdades a medias. Pirola está con el campo porque le conviene electoralmente, pero también está con los legisladores justicialistas por Santa Fe que votaron en contra del mismo campo porque les debe obediencia partidaria, sobre todo a su patrón político, el ex-gobernador santafesino.

Resulta al menos preocupante que los nueve diputados nacionales amigos del peronismo departamental hayan desoído prácticamente a todo el arco político de la provincia y a la ciudadanía que les dio mandato con el voto para representar al pueblo santafesino con dignidad en la nación.

Nos dejaron muchos interrogantes que deseamos que los hechos y las actitudes se encarguen de revelar. En la nación, si bien el Congreso recuperó sus facultades constitucionales legislativas en materia tributaria, la sumisión de la bancada oficialista fue lamentable, sobre todo el accionar de los diputados por Santa Fe y, en el departamento, se notó la falta de coherencia del senador Pirola, de quien no hemos escuchado réplica alguna hacia la actitud de los diputados de su mismo color político.

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